Friday, February 17, 2006

madres niñas en Chile



En realidad este artículo tomado de www.planetaluchin.cl, me ha llamado mucho la atención, porque es una realidad que se observa frecuentemente en escuelas y liceos... el embarazo, la deserción.
Lo más triste es que una familia se forma con tristeza, uno es el niño que no es deseado y dos esa madre_niña, yo como mamá siempre siento que para serlo hay que estar maduros por las renuncias que se deben hacer como personas y como mujeres.. imaginarse entonces dejar la adolescencia para ser un adulto ...

Las tratan como si fueran muñecas, de esas avanzadas, de esas que el tacaño viejito pascuero nunca les quiso traer. Se hacen caca, se orinan, les crece el pelo y en algún momento comenzarán a hablar. Pero no son muñecas, se trata de hijos e hijas de carne y hueso que nacieron sin que nadie los deseara. Peor aún, sus madres tienen once, doce, trece o catorce años. Hay una triste relación entre maltrato, abandono, violencia y embarazo no deseado para el caso de esas miles de niñitas que están cambiándole los pañales justo en este momento a criaturas que no tuvieron responsabilidad alguna en haber nacido pero que –indudablemente- pagan finalmente todas las consecuencias. Una niña que ha sido madre a los trece años abandonará el colegio y nadie puede asegurar que en el algún momento podrá retomarlos, eso influirá negativamente en sus posibilidades de capacitación y de obtener un empleo con un sueldo relativamente decente. Los estudios indican que probablemente antes de los veinte años volverá a ser madre, que el padre será de una pareja diferente porque el primero –con altas posibilidades- estará preso o habrá muerto en contextos de violencia marginal. Todo indica entonces que la gracia enviada por Dios en el fondo no le servirá de nada a esa niña, porque el hijo se transformará en un pesado grillete para mantenerla entre la pobreza en su expresión más dura. ¿Se oye Padre?.Se llama Jocelyn, María José o Macarena pero finalmente el nombre da lo mismo. Lo que no da lo mismo es el sector en qué viven y el tipo de educación sexual que recibieron en el colegio y en el seno de su familia. Los estudios indican que en la comuna de Cerrillos se registran 34 veces más embarazos infantiles que en la comuna de Vitacura, y que por lo demás no tuvieron acceso a procesos de educación sexual ni en sus establecimientos ni en sus casas.El cerco conservador que impone cortapisas a las políticas públicas de educación y salud reproductiva, permite que cada año en Chile se registren en promedio mil nacimientos vivos cuyas madres llegan apenas a los 14 años de edad. No se trata siquiera de embarazos adolescentes o juveniles, sino derechamente de embarazos infantiles.El día de ayer el doctor Ramiro Molina, del Centro de Medicina Reproductiva y Desarrollo Integral del Adolescente (CEMERA), de la Universidad de Chile, presentó su último estudio en relación a este tema, en el, se señala que en promedio el número de nacidos vivos entre niñas de 11 a 14 años es de 1.056 niños y niñas anualmente. Cifra que llega a los 3.700 si se suman los nacidos vivos y cuyas madres llegan a los 15 años. Para el doctor Molina estamos frente a un “verdadero desastre”.Lo patéticamente inexplicable es que el CEMERA ha realizado estudios que comparan la realidad entre establecimientos con y sin planes de educación sexual, demostrando una cuestión tan básica como trascendental: los establecimientos con planes de educación sexual disminuyen las cifras de embarazos no deseados en niñas y adolescentes o jóvenes, disminuyendo también las cifras de abortos y de enfermedades de transmisión sexual. El Doctor Ramiro Molina señala además que se produce un desplazamiento de ocho a doce meses en el inicio de la vida sexual y que mejoran notablemente las relaciones interpersonales al interior de las comunidades educativas, por cuanto se atreven a conversar y aportar positivamente para que el proceso de iniciación sexual se dé en ámbitos de afectividad y bajo riesgo entre los jóvenes o adolescentes.Y estamos frente a un desastre también por que las estadísticas muestran un claro sesgo en contra de las comunas populares, en ellas se registra la mayor cantidad de embarazos con estas características. Por su parte, el doctor Giorgio Solimano, director de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Chile, niega que sea este un problema de salud, por cuanto son factores ineficientes en materias de educación y precarización de la situación socioeconómica familiar las que condicionan de manera importante el surgimiento de este tipo de fenómenos, relevando además que las estadísticas sobre embarazos infantiles y adolescentes en Chile van al alza. ¿Se oye Padre?Con estos antecedentes en la mano, aportados por actores relevantes en materia de salud reproductiva en nuestro país y que hacen su aporte al debate público desde investigaciones que nunca han sido refutadas, asumimos que la cuenta debiera pagarla entonces el clero y la beatería de sectores concertacionistas y de la derecha recalcitrante que operan desde la sombra cada vez que asoma algún esfuerzo institucional para hacer extensivos los avances en materia de educación sexual. Pero la cuenta va más allá. Se trata también de un factor económico con el que termina cargando el Estado y las familias de estas niñas y jóvenes, por cuanto los períodos de hospitalizaciones largos asociados a partos riesgosos se concentran precisamente aquí. En la Universidad Católica se comparó embarazos de mujeres mayores de 24 años y de niñas de 14 años y menos, demostraron que hay obviamente un mayor riesgo de mortalidad perinatal y de bajo peso al nacer en los embarazos de estas últimas.Estas guaguas que sirven de muñecas, que se siguen haciendo caca, le dejaron a la Jocelyn, a la María José o a la Maca estrías que no podrá combatir, esas cremas son caras y no tienen plata para ir al gimnasio tres veces a la semana, para tomarse un litro de agua mineral al día y hacerse una dieta a base de verduras, frutas y carne blanca cocida. No alcanza la plata porque de hecho alcanza tampoco pa comprarle leche a la muñeca que se sigue cagando, que tiene el poto cocido y tampoco hay plata pa comprar un hipoglos aunque sea de los chicos. Estas pequeñas niñas criadas en la pobreza han sido educadas también para la pobreza y uno las puede ver tres veces a la semana haciendo fila en alguna Gota de Leche, quizá el único lugar al que fueron a entender exactamente por qué la mamá era tan cargosa cuando le decía que no se bajara los calzones con cualquiera, eso, en reemplazo de todo proceso de orientación en materia sexual que pudo tener en el corazón de su familia.¿Se oye Padre?.

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