Friday, November 21, 2008

Octavio Paz

Octavio Paz
El mar, el mar y tú, plural espejo,
de Bajo tu clara sombra"

El mar, el mar y tú, plural espejo,
el mar de torso perezoso y lento nadando por el mar,
del mar sediento: el mar que muere y nace en un reflejo.

El mar y tú, su mar, el mar espejo:
roca que escala el mar con paso lento,
pilar de sal que abate el mar sediento,
sed y vaivén y apenas un reflejo.

De la suma de instantes en que creces,
del círculo de imágenes del año,
retengo un mes de espumas y de peces,
y bajo cielos líquidos de estaño tu cuerpo
que en la luz abre bahías al oscuro oleaje de los días. "

Thursday, November 20, 2008

RENDIRSE

ME RINDO, ME RINDO AL DOLOR, ME RINDO A LA REALIDAD , A LOS NIÑOS QUE PIDEN, AL TRABAJO, AL SISTEMA , A LAS CUOTAS, ME RINDO AL DESAMOR, A LA IMAGEN QUE NO CONCUERDA CON LO QUE QUIERO, A NO TENER MIS SUEÑOS A MANO, A LA TORPEZA, AL IMPULSO QUE SE DESGASTA CADA DÍA.
ME DOBLEGO AL PODER EXTERNO, DESTIERRO MI RESISTENCIA, DESTIERRO LOS PARAJES DE PROSAS Y LAS PALABRAS BELLAS QUE ME SEDUCEN, DESTIERRO TODO , CORTO CON MI IDEA DE VIDA, DE MUNDO , DE REALIDAD.
ME ENTREGO SIN RESISTENCIA DIOS A TU VOLUNTAD , NO PUEDO SEGUIR BATALLANDO CONTRA TUS DESIGNIOS, YA NO PUEDO SEGUIR CUESTIONANDOTE Y QUE ME RESPONDAS LO INEFABLE,
ESTOY ABIERTA A LO QUE NO PUEDO CONTROLAR .. ME RINDO.. YA NO QUIERO MAS GUERRA.

Tuesday, November 04, 2008

Artaud


Conocer a quien fue inspiraciiòn de Spinetta me ha llenado mucho en estos meses, quizás hasta empatizo con las palabras y esa depresión oscura que sin duda arrastró desde su niñez.


Acá un fragmento de sus cartas... uf

Estoy asqueado de vivir, señor Latrémoliere, porque me doy cuenta que estamos en un mundo donde nada me ha sostenido y donde cualquiera puede ser ridiculizado y acusado de insanía según el estado de ánimo del momento y de la hora, y el inconsciente del acusador que a sí mismo se cree juez e ignora absolutamente todo.
Fue usted mismo quien hizo que cesaran de aplicarme, en el mes agosto, los espantosos electroshocks, porque usted había comprendido que no era un tratamiento lo que me convenía y que un hombre como yo no debía ser tratado sino, por el contrario, ayudado en su trabajo. El electroshock, señor Latrémoliere, me desespera, me seca la memoria, entumece mi pensamiento y mi corazón, hace de mí un ausente que se conoce ausente y se ve durante semanas persiguiendo su ser, como un muerto al lado de un vivo que ya no es él, que exige su llegada y que no puede entrar en su casa. Después de la última serie me quedé durante todo agosto y septiembre en la imposibilidad absoluta de trabajar, de pensar y de sentirme un ser.»