Lo que me encanta de los cumpleaños es que los niños se relajan de tal forma, que, se hacen amigos hasta del más pesado del curso, conversan, se concentran, corren, corren y corren.
A ninguno de estos niños le gusta tanto la torta, por tanto la dejan a un lado para seguir corriendo, si existe un perro cachorro en la fiesta, éste se porta como tal y corre, corre y corre.
Se supone que la comida que está en el carrete infantil es para ellos, pero finalmente son las madres las que más comen torta, dulces, bebida, papas fritas.. Al otro día no comen nada las pobres con el cargo de conciencia y la ... guatita que quedó.
Al finalizar la tarde muchos de los niñitos se quieren quedar, y algunos hacen unas pataletas de padre y señor mío.. los más tranquilos suelen decir que les gustaría quedarse más rato, pero al ver la cara de sus mamitas aceptan resignados.. qué ganas de ser niño otra vez y concentrarte de tal manera en el juego.. en el otro,sentir que no existe otro tiempo.. sólo aquel momento de felicidad.
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