Ayer fuimos a Santiago ..debíamos llevar a Tomás a la NEFRÓLOGA INFANTIL, por el asunto del sindrome nefrótico, la verdad nos ordenó la forma de seguir los tratamientos y nos dio algunas sugerencias, pero en todas partes la medicación es la misma.
Nos fuimos en tren, porque Tomás es super fanático de los trenes, el tren se demoró hora y media parando en cada estación y en una parte nos quemos detenidos como 10 minutos...
Luego de la visita médica fuimos a ver a una amiga mía de la universidad que hace años no veía.
Su hijo mayor tiene la edad de mi hijo y se llevaron super bien. pero la verdad Santiago es una ciudad asfixiante en términos de locomoción, de cantidad de gente, de polución, de calor.. ufffff
Creo que cuando era más joven.. sin hijos.. para mi era un paraiso, con sus innumerables pubs, vida nocturna, teatro, cine, etc.pero con familia es verdaderamente caótica, los metros llenos, tacos en la calle,la gente empujando, estres y violencia, la locomoción está realmente un caos... no entiendo como aún no revienta el pueblo entre tanta intoxicacion de estres.
De vuelta de la casa de mi amiga ( a las ocho 20 salimos de su casa) nos encontramos que los trenes estaban cortados porque a una persona habían atropellado en la línea ferrea... fuimos a todos los terminales de buses y todos estaban agotados.. los pasajes estaban agotadisimos.. hasta que finalmente a la fuerza entramos a un bus.. que iba repleto de gente.. eran las 11 de la noche con el hijo en brazos y la pareja cansadisima y de pie en el viaje de vuelta... horrible.. llegue a mi casa me tomé un rico te y no le pedi permiso a la almohada cuando estaba roncando a mis anchas hasta que sentí el teléfono.. mi madre con su presocupacion de no poder abrir un mail de mi hermano.. luego el timbre( 7 de la mañana) mi hijo mayor de vacaciones venía de vuelta con su abuelito y una sonrisa entre abrazos.
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